Enseñar una física hiperconectada
Enseñar en estos tiempos, y en particular una disciplina tan resistida como la física es todo un desafío.
La cantidad de estímulos multimediales a los que estamos sometidos y la intensidad de los mismos hace que nuestra atención, y en particular la de los niños y adolecentes (nativos digitales) sea muy difícil de captar con estrategias y prácticas tradicionales.
Por otro lado, la masificación del uso de la tecnología con acceso a conexión (smartphone, tablet, netbook, notebook, PC) sumado a la inagotable fuente de recursos que ofrece la web hace necesario repensar nuestras prácticas docentes en función de todos estos aspectos que convergen en la escuela.
También un factor a tener en cuenta es el de la ubicuidad del conocimiento y el Aprendizaje Ubicuo; este nuevo paradigma que plantea la posibilidad de acceder al conocimiento en cualquier momento y lugar, desterrando por completo la figura del docente como "portador del saber" para dar lugar a un docente que facilite y guíe al alumno en su aprendizaje. Esta ubicuidad también facilita un aprendizaje colaborativo y no presencial.
Dentro de todo este torbellino de nuevas tecnologías, alumnos hipermotivados e hiperconectados, con acceso a una infinidad de contenidos en forma inmediata y gratuita, hace que analicemos el mensaje que queremos transmitir sin ignorar el medio con el cuál queremos hacerlo, ya que este es más significativo. Siguiendo el análisis de Lance Strate en El medio y el mensaje de McLuhan: "Tomamos nuestros sentidos por dados y prestamos atención naturalmente solo al contenido de nuestras percepciones, pero lo que es importante de verdad es nuestra habilidad para ver, oír, oler, saborear y tocar, una cuestión que tan solo recordamos cuando alguno de nuestros sentidos nos falla. Solo nos damos cuenta de la vista en sí y para sí, de ver por el hecho de ver, cuando perdemos visión o nos quedamos ciegos."
La física no suele ser de las asignaturas con mejor reputación entre los adolescentes. Esto puede ser debido en parte a su complejidad; pero más aún a la deficiencia en su enseñanza. Si bien el "mensaje" puede ser el mismo (por ejemplo los principios de la mecánica clásica no han cambiado en más de 300 años), el "medio" por el que podemos llegar a transmitirlo si.
Un alumno no aprende igual el "Principio de Masa" a partir de una definición, desde un video, con una simulación interactiva, o realizando una experiencia en el laboratorio. Todos pueden ser válidos y dejar residuo cognitivo, que será mejor en cuanto más significativa sea la experiencia didáctica.
También resulta muy enriquecedor el trabajo colaborativo, facilitado por plataformas como Documentos de Google, en donde uno puede compartir un documento con los alumnos e ir dándole forma entre todos, pudiendo acompañar y moderar la participación de cada uno y con la facilidad de poder discutir on-line desde la misma plataforma.
Esta convergencia digital en la que estamos inmersos facilita la inclusión de diferentes medios que se ajusten a cada mensaje y al momento en el qué se lo quiere dar.
De esta forma podemos decir que sea cual fuera el medio que se utilice para transmitir nuestro mensaje, lo importante es cómo lo utilizamos para lograr es e residuo que queremos dejar. Un medio en sí mismo no es mejor que otro, sino que parafraseando a McLuhan, al decir que el "medio es el mensaje" queremos indicar que el mensaje que queremos dar debe estar en el medio y ser parte del medio para que éste pueda llegar en forma significativa al alumno.
La cantidad de estímulos multimediales a los que estamos sometidos y la intensidad de los mismos hace que nuestra atención, y en particular la de los niños y adolecentes (nativos digitales) sea muy difícil de captar con estrategias y prácticas tradicionales.
Por otro lado, la masificación del uso de la tecnología con acceso a conexión (smartphone, tablet, netbook, notebook, PC) sumado a la inagotable fuente de recursos que ofrece la web hace necesario repensar nuestras prácticas docentes en función de todos estos aspectos que convergen en la escuela.
También un factor a tener en cuenta es el de la ubicuidad del conocimiento y el Aprendizaje Ubicuo; este nuevo paradigma que plantea la posibilidad de acceder al conocimiento en cualquier momento y lugar, desterrando por completo la figura del docente como "portador del saber" para dar lugar a un docente que facilite y guíe al alumno en su aprendizaje. Esta ubicuidad también facilita un aprendizaje colaborativo y no presencial.
Dentro de todo este torbellino de nuevas tecnologías, alumnos hipermotivados e hiperconectados, con acceso a una infinidad de contenidos en forma inmediata y gratuita, hace que analicemos el mensaje que queremos transmitir sin ignorar el medio con el cuál queremos hacerlo, ya que este es más significativo. Siguiendo el análisis de Lance Strate en El medio y el mensaje de McLuhan: "Tomamos nuestros sentidos por dados y prestamos atención naturalmente solo al contenido de nuestras percepciones, pero lo que es importante de verdad es nuestra habilidad para ver, oír, oler, saborear y tocar, una cuestión que tan solo recordamos cuando alguno de nuestros sentidos nos falla. Solo nos damos cuenta de la vista en sí y para sí, de ver por el hecho de ver, cuando perdemos visión o nos quedamos ciegos."
La física no suele ser de las asignaturas con mejor reputación entre los adolescentes. Esto puede ser debido en parte a su complejidad; pero más aún a la deficiencia en su enseñanza. Si bien el "mensaje" puede ser el mismo (por ejemplo los principios de la mecánica clásica no han cambiado en más de 300 años), el "medio" por el que podemos llegar a transmitirlo si.
Un alumno no aprende igual el "Principio de Masa" a partir de una definición, desde un video, con una simulación interactiva, o realizando una experiencia en el laboratorio. Todos pueden ser válidos y dejar residuo cognitivo, que será mejor en cuanto más significativa sea la experiencia didáctica.
También resulta muy enriquecedor el trabajo colaborativo, facilitado por plataformas como Documentos de Google, en donde uno puede compartir un documento con los alumnos e ir dándole forma entre todos, pudiendo acompañar y moderar la participación de cada uno y con la facilidad de poder discutir on-line desde la misma plataforma.
Esta convergencia digital en la que estamos inmersos facilita la inclusión de diferentes medios que se ajusten a cada mensaje y al momento en el qué se lo quiere dar.
De esta forma podemos decir que sea cual fuera el medio que se utilice para transmitir nuestro mensaje, lo importante es cómo lo utilizamos para lograr es e residuo que queremos dejar. Un medio en sí mismo no es mejor que otro, sino que parafraseando a McLuhan, al decir que el "medio es el mensaje" queremos indicar que el mensaje que queremos dar debe estar en el medio y ser parte del medio para que éste pueda llegar en forma significativa al alumno.
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