Breve reflexión en torno al video "El alfarero"

El centro de esta breve reflexión se ubica en el rol que cumplen el alfarero y el aprendiz en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Dicho proceso sitúa al docente no como el poseedor absoluto del conocimiento, el cual debe transmitir al sujeto aprendiente, sino como un sujeto facilitador de dicho objeto y como monitor del proceso de apropiación y adquisición de nuevos saberes. Estos saberes (técnicas de alfarería) suponen la utilización de un medio tecnológico, es decir, la torneta, que posibilita el manejo adecuado del material (barro o arcilla); este medio constituye una parte central del proceso de aprendizaje en cuanto se integra a la totalidad del mismo. El maestro alfarero monitorea dicho proceso: se presenta como un actor que observa y analiza silenciosamente a su alumno en los distintos momentos del aprendizaje interviniendo sólo cuando la falta de motivación o la frustración aparecen en el semblante del pequeño alfarero. El rol de facilitador del conocimiento simboliza un cambio de paradigma en las Ciencias de la Educación: del obsoleto Conductismo (o Behaviorismo) al Constructivismo (o Interaccionismo), en donde el sujeto aprendiente adquiere relevancia como centro del proceso enseñanza- aprendizaje y la adquisición del conocimiento se produce en por medio de la constante interacción entre el sujeto de aprendizaje, el medio que lo rodea y el objeto de conocimiento en sí. Finalmente, el residuo cognitivo que deja el aprendizaje en el alumno consiste en expandir su creatividad, en tanto componente fundamental de la expresión artística, la manipulación efectiva de la arcilla, asociada al desarrollo de la motricidad fina.